La Ruta del Agua, nos sigue llevando a uno de los lugares más bellos del mundo, Gachalá Cundinamarca. A pesar del estado deplorable de la vía que nos conduce a este bello paraíso, puede más el espíritu aventurero, el amor por la región, el deseo de descansar, en fin otros sentimientos de aprecio y deseo de explorar esta Región. Sin embargo no podemos callar la pobre realidad del Guavio que aunque adornada por hermosos paisajes, se consume en el olvido del Gobierno Nacional y Departamental. Nuestras voces no tienen eco, nuestro lamento no tiene oídos ante la destrucción continúa de la vía, causada principalmente por las volquetas que trabajan para una empresa que siempre ha dado muestras de no interesarle el futuro del agua, y cuyo único interés es explotar el hierro ahincado en las entrañas de estas tierras, para sacar el mejor provecho, sin retribuir beneficio alguno a la Región.
Se acerca una nueva jornada política, y tendremos como caballo de batalla nuevamente, la pavimentación de la vía Guasca -Gacheta, y Gama - Gachalá. Ese discurso maquiavelico, descarado, metiroso, falaz, con el que encantan a nuestros campesinos, dando estadísticas de gestión, de proyección, en fin de solo promesas que jamás se cumplirán.
Con todo esto la ruta del agua sigue vigente, se mantiene en medio de tanto enemigo, que quiere mantener en el olvido una Región que nada tiene que envidiarle a los lugares más hermosos del mundo. Por ello Gachalá es único, es inigualable. Y el Guavio tiene un futuro inimaginable que solo se podrá lograr si entre todos trabajamos unidos por alcanzar el sueño de hacer de nuestra Región una opción turística de grandes proporciones.